Entretien
Notice
Langue :
Espagnol, castillan
Crédits
Jean JIMENEZ (Réalisation), Université Toulouse II-Le Mirail SCPAM (Publication), Université Toulouse II-Le Mirail (Production), Lucrecia Martel (Intervention), Odile Bouchet (Intervention)
Conditions d'utilisation
Tous droits réservés aux auteurs et à l'Université Toulouse II-Le Mirail.
DOI : 10.60527/579d-9913
Citer cette ressource :
Lucrecia Martel, Odile Bouchet. UT2J. (2009, 27 mars). Entretien avec Lucrecia Martel (Rencontres 2009) , in Espagnol. [Vidéo]. Canal-U. https://doi.org/10.60527/579d-9913. (Consultée le 19 mars 2024)

Entretien avec Lucrecia Martel (Rencontres 2009)

Réalisation : 27 mars 2009 - Mise en ligne : 28 mars 2009
  • document 1 document 2 document 3
  • niveau 1 niveau 2 niveau 3
Descriptif

Cinéaste maintenant très connue, Lucrecia Martel appartient à la génération qui a renouvelé le cinéma argentin, elle est arrivée au cinéma un peu à l’improviste, et fait un cinéma très féminin. En Argentine, il y a beaucoup de femmes cinéastes, et c’est bien ainsi. Sa formation comme cinéaste a eu lieu à Buenos Aires, mais son cinéma traite toujours de Salta, non pour représenter la province, mais comme milieu où elle est chez elle. Entretien réalisé dans le cadre des 21èmes Rencontres Cinémas d'Amérique Latine.

Intervention
Thème
Documentation

Odile Bouchet : Lucrecia Martel, cineasta argentina ya famosa...

Lucrecia Martel : ¡Bah!

OB: Sí bueno, traemos este año la película que te consagró La ciénaga, y la más reciente, La mujer sin cabeza. Bueno, desde que viniste la primera vez, ¿cómo fue tu camino un poco?

LM: Bastante corto porque en el medio solamente hay una película más. Este.. y la verdad que... lo que pasó con La ciénaga, lo que significó La ciénaga en mi vida es que definió mi trabajo. Porque yo antes no sabía de qué iba a trabajar y nunca pensé ser profesional del cine. Pero las cosas se fueron dando y hace nueve años que vivo del cine así que se transformó en mi trabajo, mi medio de vida y lo que me gusta también hacer.

OB: Está bien.

LM: Un gran privilegio.

OB: Trabajas con gusto. No lo hace todo el mundo ¿no?

LM: Sí lo sé, un gran privilegio.

OB: Ahora, tu cine, o sea, dentro de lo que es el cine en general, tu cine, o sea, en la Argentina, se sitúa en el interior y tiene como personajes centrales mujeres, lo cual dentro del, digamos, conjunto es un poco singular, ¿no? ¿Puedes hablar un poco de esa singularidad?

LM: Sí: es una singularidad un poco patética que todavía en el siglo XXI haya tan poco cine del interior de Argentina y... por suerte, sí mucho cine producido por mujeres y dirigido por mujeres en Argentina. En Buenos Aires no más, debe haber como unas treinta directoras. El número es... de mujeres haciendo cine, es enorme en Argentina. Y pienso que eso, la coincidencia de la latinoamericanidad, con interior, con mujer me ha dado unas cuantas ayudas.

OB: ¿Si?

LM: Y sí, porque...

OB: ¿Por excepcional?

LM: Claro. Es triste pero bueno.

OB: Bueno pero no es la... o sea, si fuera lo único excepcional tampoco funcionaría.

LM: No.

OB: Si las películas fueran malas, no andaría ¿no?

LM: Seguro.

OB: Pero es verdad que es un mundo muy masculino el del cine, no solamente en Argentina.

LM: En la Argentina, es que en Argentina no es un mundo muy masculino. En Argentina hay muchos directores, por supuesto, varones, quizás todavía mi generación tiene una proporción grande de directores varones pero en la generación que viene, vienen muchísimas mujeres. Este... en los estudiantes de cine más del 50% son mujeres.

OB: Ah sí, eso augura un futuro diferente.

LM: Sí, ojalá porque lo terrible sería que el futuro no sea diferente, ¡ojalá que sí!

OB: Algo diferente ha de tener de todas formas ¿no? Aunque no sabemos si mejor o peor, eso es otro cuento. Y bueno, esta nueva película que traes ahora, o sea, ¿cómo son tus pasos un poco?

LM: ¿Con ésta? Bueno, no, esta película la empecé a escribir después de terminar de escribir La ciénaga y antes de filmar La ciénaga, o sea que es una cosa que viene de tiempo. Y entre que la empecé a escribir y el guión terminado por supuesto que además de muchísimas páginas, la historia se modificó un poco. O el concepto de la película. Pero en verdad es del 97, que es el año en que terminé de escribir La ciénaga. Y... la estuve por filmar antes de La niña santa, es una película que fue pasando por las olas de las otras, este... y finalmente, el año... hace dos años, terminé el guión y dije: “Bueno...”

OB: Ya te lanzaste.

LM: Sí, y este... y bueno, la película está ahora haciendo su camino de estrenos y de festivales y de encuentros con el público y veremos.

OB: Está muy cacareado y muy polémico eso de la generación del nuevo cine argentino, tú ¿cómo lo ves esto?

LM: Me parece que es notable la cantidad de gente nueva y la renovación que ha habido en cuanto a generación. Ahora, yo creo que si... que si el concepto de nuevo surge de nosotros mismos es una enorme demostración de ignorancia, porque ha habido cosas muy parecidas en décadas pasadas ¿no? Y no me parece que es un movimiento ni que signifique una extrema ruptura con el pasado. Más si consideramos el pasado como desde mil nueve veinte para esta parte.

OB: Sí

LM: Pero quizás sí una ruptura con respecto al cine de la década del ochenta y yo diría, más que con el cine, porque en mi caso, que no tengo una relación con el cine, una toma de posición respecto de la realidad un poco distinta, respecto del idioma, respecto de los diálogos, de la actuación, de las formas de construir el relato, un poco distintas con respecto de esa última década. Pero en la historia del cine hay películas muy parecidas a las nuestras, en distintos momentos.

OB: En otros momentos, muy bien.

LM: Así que eso de “nuevo”... es raro.

OB: Bueno...

LM: Pero lo que pasa es que el periodismo inventa esas cosas, porque necesitan tener titulares, necesitan manejar grupos de personas y ponerle algún tipo de palabra que los... yo entiendo el problema que tiene el periodismo pero bueno, igual, transformar eso en un movimiento es otra cosa.

OB: Un movimiento es... de todas formas hay algo que se forma en torno a la multiplicación escuelas, y la accesibilidad también del cine, y hacer cine a través de...

LM: En esto no estoy tan segura porque mirá, en Latinoamérica en general sigue haciendo cine la clase media-media alta. Entonces la accesibilidad es bastante falsa. Pero aparentemente las cámaras son más baratas y circulan más, y qué sé yo, es verdad, pero la clase que sigue produciendo el relato cinematográfico en Latinoamérica es la clase media alta. Los conflictos, la mirada, la moral, es ésa.

OB: Bueno, hay un principio de cine indígena en algunas partes, por lo menos en Brasil tienen cosas, en México también.. aunque es excepcional

LM: Claro pero digo: comparado con el resto de la producción... claro es excepcional. Eso me parece que no ha cambiado. Y es lamentable, porque eso empobrece mucho al cine.

OB: Claro. Por otra parte nosotros hemos recibido, un año tuvimos la muestra de cine de vecinos...

LM: Sí me acuerdo.

OB: En Argentina hay un cine de vecino que es simpático. Hay cosas, sí, bonitas, bueno no es... o sea, ni la función es la misma, ni obviamente el resultado es el mismo, sino no merecería la pena tener cineastas ¿no? Pero sí existe esa otra manera de hacer cine ¿no?.

LM: Sí pero digo, si uno toma como referencia el grueso de la producción latinoamericana, sigue siendo la pequeña burguesía la que domina el discurso cinematográfico.

OB: Sí desde luego. Y ¿tu formación como cineasta?, porque dices que el cine fue una... casi una sorpresa para ti.

LM: Sí, la verdad que sí. Yo empecé... yo no tenia idea de lo que quería hacer cuando terminé la escuela, hasta el punto que estaba inscripta en zootecnia, en historia del arte, en ingeniería química, en cualquier cosa.

OB: Con un espectro muy amplio.

LM: Muy amplio. Y toda mi adolescencia pensé que iba a ser científica, y estudiar química o física. Y entonces cuando llegó el momento de la gran confusión, cuando uno termina el colegio... finalmente fui a una carrera donde iba toda la gente que tenía mi mismo problema, que era una carrera que era nueva que habían abierto en Buenos Aires, que se llamaba comunicación social. A esa carrera iban los músicos que no sabían que querían ser músicos, los periodistas que no sabían si querían ser escritores, o periodistas o... estábamos todos los que no sabíamos qué queríamos, estábamos ahí. Y era muy bueno eso. Hice esa carrera y paralelamente hice dibujos animados. Pero porque dibujos animados en la época en que yo hice no eran con computadora, era lo más parecido a un laboratorio científico. Con máquinas, con aparatos, con cosas... Así que, eso fue mi formación.

OB: ¿Porqué siempre el interior? Estudiaste en Buenos Aires. ¿Tú eres de Salta, o eres de Buenos Aires?

LM: No, de Salta. Estudié, viví diecinueve años de mi vida en Salta, y después me fui a Buenos Aires y todo el tiempo vuelvo a Salta porque está toda mi familia, y aparte porque me gusta mucho.

OB: Sí. Y estudiar estudios superiores en Salta ¿eso no es posible?

LM: Sí, hay una universidad católica, una universidad pública. No, sí, pero esa carrera no estaba en Salta. Y aparte por otro lado era una edad donde yo me quería ir de mi provincia.

OB: También, sí.

LM: Era más eso, creo yo, que la carrera. Pero me sirvió porque eso hizo que tuviera un reencuentro también con mi propia provincia.

OB: Bueno, y también has... después de La ciénaga te tocó Francia un poco, te tocó, te tocaron varios desplazamientos, ¿no?

LM: Pero de poco tiempo, yo no aguanto mucho fuera de la Argentina.

OB: Ah, ¿no?

LM: No. He tenido como algunas así, posibilidades de organizarme para estar en otra parte, pero no.

OB: No tienes ganas.

LM: Es que me gusta mucho. Me gusta mucho la vida que hago allá, mis amigos. Tengo, todo mi trabajo está tan profundamente relacionado con la lengua que cuando viajo me siento pobre. Más allá, hablo pésimamente inglés, y de francés, por suerte ni lo intento. Pero me siento pobre. Yo en Argentina, es muy arbitrario lo que te voy a decir, pero yo en Argentina cuando voy a cualquier parte me siento dueña. Siento que todo lo que pase allí, y todo lo que hay me importa y es mío. Es una cosa absurda, pero supongo que eso es la idea de patria ¿no?

OB: Sí. O sea que tú no eres ciudadana del mundo.

LM: Para nada, no, no. Para nada. Y... incluso creo que todo lo que hago tiene como primer espectador, o como primer destinatario Salta.

OB: Sí, Salta está muy presente en tu cine, desde luego.

LM: Sí, me importa eso. No reflejar Salta porque yo no pretendo reflejar una provincia que es súper compleja, que tiene, aparte, una diversidad increíble. No en absoluto intento reflejar Salta. Eso sería como una, este... omnipotencia de mi parte. Lo que sí intento es compartir con la gente de Salta lo que hago. Eso sí me importa. Lo que yo veo, que lo pongo en las películas, compartirlo con la gente de Salta y ver qué opinan ellos ¿no?

OB: Pues también opinamos nosotros y opinamos bien, parece ¿no?

LM: No sin duda, no. No estoy diciendo que no me importa el resto del mundo.

OB: Era un chiste.

LM: No, no, sino que... Tampoco uno puede creer que va... yo sí siento que puedo generar transformaciones en mi propio lugar. Pero no confío tener esa fuerza en el resto del mundo. Entonces la comunidad primera para la que yo hago las cosas es mi provincia.

OB: Y ¿cómo reciben tu cine allá?

LM: Más o menos. Y bueno hay una parte de gente joven que le gusta y otra parte que no. Más o menos como en todas partes donde se presentan las películas, pasa lo mismo. Solamente que a mí allí me importa mucho. Siempre tengo muchos nervios cuando se va a estrenar en Salta. Me importa mucho compartir, enterarme : ¿qué opinaron?. Eso me gusta.

OB: Bueno, yo creo que te voy a dejar tranquila, que te puedas ir a pasear un poco y a consolarte de tus teclados.

LM: De mis teclados arruinados.

OB: ¿Arruinados?

LM: Sí, bueno, muchas gracias.

OB: Gracias a ti, y qué te vaya muy bien.

LM: Muchas gracias

Transcription : Odile Bouchet

,

Odile Bouchet : Lucrecia Martel, cinéaste argentine, célèbre à présent.

Lucrecia Martel : Bah !

OB : Bien, nous présentons cette année le film qui t’a consacrée, La ciénaga, et le plus récent, La femme sans tête. Depuis la première fois, quel a été ton chemin ?

LM : Il a été plutôt court puisqu’il n’y a qu’un film entre temps. Pour dire la vérité, ce qui s’est passé avec La ciénaga, c’est que ce film a signifié dans ma vie, c’est qu’il a défini mon travail. Avant, je ne savais pas quel métier j’exercerais et je n’avais jamais pensé à devenir professionnelle du cinéma. Mais c’est venu tout seul et voilà neuf ans que je vis du cinéma qui est ainsi devenu mon travail, mon moyen de vivre et aussi ce que j’aime faire.

OB : C’est bien.

LM : Un grand privilège.

OB : Tu prends plaisir à ton travail. Ce n’est pas le cas de tout le monde, n’est-ce pas ?

LM : Je sais bien, c’est un grand privilège.

OB : Et ton cinéma, dans ce qu’est le cinéma en général, en Argentine, se situe à l’intérieur du pays et a des personnages centraux féminins, ce qui est un peu singulier au milieu du reste, non ? Peux-tu parler un peu de cette singularité ?

LM : Je trouve cette particularité un peu pathétique : qu’au XXI° siècle il y ait encore si peu de cinéma à l’intérieur de l’Argentine et… Par chance il y a beaucoup de cinéma produit et réalisé par des femmes en Argentine. Rien qu’à Buenos Aires il doit y avoir une trentaine de femmes cinéastes. Le nombre de femmes qui font du cinéma en Argentine est énorme. Je pense qu’être latino-américaine, femme et de l’intérieur du pays m’a beaucoup aidé.

OB : Ah ?

LM : Oui parce que…

OB : C’est exceptionnel ?

LM : Bien sûr, c’est triste mais ça marche.

OB : Bon, mais s’il n’y avait que ça d’exceptionnel ça ne fonctionnerait pas.

LM : Non.

OB : Si les films étaient mauvais, ça n’irait pas.

LM : C’est sûr.

OB : Mais le monde du cinéma est très masculin, pas seulement en Argentine.

LM : Mais en Argentine ce n’est pas un monde très masculin. Bien sûr, il y a beaucoup d’hommes cinéastes, peut-être qu’à ma génération il y en a encore une forte proportion, mais dans celle qui vient, il y a énormément de femmes. Parmi les étudiants plus de la moitié sont des femmes.

OB : Oui, c’est l’augure d’un futur différent.

LM : Pourvu que ça arrive, ce qui serait triste serait que le futur ne soit pas différent. J’espère bien que si.

OB : Il faudra bien qu’il soit un peu différent, ce qu’on ignore c’est si ce sera mieux ou pire, c’est une autre histoire. Et avec ce nouveau film que tu apportes à présent, quel a été ton cheminement ?

LM : Celui-ci ? C’est un film que j’ai commencé à écrire après avoir fini d’écrire La ciénaga et avant de le filmer, c’est donc quelque chose qui remonte loin. Et du début de l’écriture à la fin du scénario il y a bien sûr une quantité énorme de pages, ce qui a un peu modifié l’histoire. Ou le concept du film. Mais ça date 97, année où j’ai fini d’écrire La ciénaga. Et… j’ai failli le filmer avant La niña santa, c’est un film qui a traversé le flot des autres… et en fin de compte l’an… il y a deux ans, j’ai fini le scénario et j’ai dit « bon »…

OB : Tu t’es lancée.

LM : Oui, et… ce film est maintenant en train de faire son chemin de premières et de festivals, de rencontres avec le public, on verra bien.

OB : On a beaucoup parlé et avec une grande polémique de la génération du nouveau cinéma argentin, qu’en penses-tu ?

LM : La quantité de gens nouveaux me semble remarquable, et aussi le renouveau qu’il a eu à une génération. Maintenant je crois que… si l’idée de nouveauté vient de nous, c’est le signe d’une profonde ignorance, parce qu’il y a eu bien des choses semblables dans les décennies passées, n’est-ce pas ? Et il me semble qu’il ne s’agit pas d’un mouvement et que ce n’est pas non plus une énorme rupture avec le passé. Encore moins si on considère le travail réalisé des années 20 à maintenant.

OB : Oui.

LM : Mais peut-être y a-t-il eu une rupture avec le cinéma des années 80, me semble-t-il, plus qu’avec tout le cinéma : dans mon cas, qui n’ai guère de rapport avec le cinéma, une prise de position un peu différente vis à vis de la réalité, vis à vis de la langue, vis à vis des dialogues, de la façon de jouer, des formes de construction du récit, un peu différentes si on les compare à la décennie antérieure. Mais dans l’histoire du cinéma il y a des films tout à fait semblables aux nôtres, à divers moments.

OB : A d’autres époques, très bien.

LM : c’est à dire que cette histoire de nouveauté… est bizarre.

OB : Bon…

LM : mais ce qu’il y a c’est que le journalisme invente des choses comme ça pour faire des gros titres, il leur faut trier les gens par groupes, c’est pourquoi ils emploient des mots d’un certain type qui les… je comprends bien le problème des journalistes, mais de toutes façons, faire de ça un mouvement c’est une autre histoire.

OB : Un mouvement c’est… de toutes façons il y a quelque chose qui naît de la multiplication des écoles, le cinéma est plus accessible, et faire du cinéma à travers…

LM : Je n’en suis pas si sûre, vois-tu, en Amérique Latine, en général, c’est la moyenne et haute bourgeoisie qui fait du cinéma . L’accessibilité est donc un leurre. Apparemment, les caméras sont meilleur marché et circulent plus facilement, ça c’est vrai. Mais la classe sociale qui produit le récit cinématographique en Amérique Latine est toujours la classe moyenne favorisée. Les conflits, le regard, la morale sont les siens.

OB : Bon, il y a un début de cinéma indigène dans certains endroits, au moins au Brésil et au Mexique aussi, quoique ce soit exceptionnel.

LM : Bien sûr, mais si on compare avec le reste de la production… c’est clair, c’est l’exception. Il me semble que ça n’a pas évolué. Et c’est dommage car ça appauvrit beaucoup le cinéma.

OB : Bien sûr. D’autre part, nous avions reçu une sélection du cinéma des voisins, une année…

LM : Oui, je m’en souviens.

OB : En Argentine il y a un cinéma des voisins très sympathique. Il y a de jolies choses, bon, ce n’est pas… la fonction n’en est pas la même, le résultat non plus évidemment, sinon, ce ne serait pas la peine d’avoir des cinéastes, n’est-ce pas ? Mais quand même, il existe d’autres façons de faire du cinéma.

LM : Oui, mais ce que je dis, c’est que si on se réfère au gros de la production latino-américaine, celle qui domine le discours cinématographique, c’est la petite bourgeoisie.

OB : Oui, bien sûr. Et ta formation de cinéaste ? Tu dis que le cinéma a presque été… une surprise pour toi.

LM : Oui, et c’est vrai. J’ai commencé… je n’avais pas la moindre idée de ce que j’allais faire quand j’ai terminé l’école, au point que je me suis inscrite en zootechnique, en histoire de l’art, en ingénierie chimique, en n’importe quoi.

OB : Le spectre était large.

LM : Très large. Durant toute mon adolescence je pensais que je serais scientifique, que j’étudierais la chimie ou la physique. Et quand est venu le temps de la grande confusion, la fin de lycée… en fin de compte je suis allée vers la filière suivie par tous ceux qui avaient le même problème que moi : un cursus nouveau qui venait d’ouvrir à Buenos Aires, appelé communication sociale. C’était là qu’allaient les musiciens qui ne savaient pas qu’ils voulaient faire de la musique, les journalistes qui ne savaient pas s’ils voulaient être écrivains, journalistes ou… nous y étions tous, nous qui ne savions pas ce que nous voulions, nous étions tous là. Et ça c’était excellent. J’ai suivi ce cursus et en même temps j’ai fait des dessins animés. Mais c’était une époque où on ne faisait pas les dessins animés sur un ordinateur, c’était ce qui ressemblait le plus à un laboratoire scientifique. Avec des machines, des appareils, plein de choses… Oui, c’était ça, ma formation.

OB : Pourquoi toujours la province ? Tu a fait tes études à Buenos Aires. Tu es de Salta ou de Buenos Aires ?

LM : Non, de Salta. J’ai vécu dix-neuf ans de ma vie à Salta, et ensuite je suis partie à Buenos Aires, et je rentre toujours à Salta parce que j’y ai toute ma famille, et aussi parce que j’aime beaucoup y être.

OB : Oui, faire des études supérieures à Salta, ça n’est pas possible ?

LM : Si, il y a une université catholique et une université d’Etat. Mais la filière que j’ai suivie n’existait pas à Salta. Et de plus c’était un âge auquel je voulais quitter ma province.

OB : Oui, ça aussi.

LM : Je crois même que c’était plus pour cette raison que pour la filière. Mais ça m’a rendu service puisque c’est ce qui m’a permis de me remettre d’accord avec ma province.

OB: Bien, et tu as aussi... après La ciénaga tu as séjourné en France, tu as dû te déplacer plusieurs fois, non?

LM : Mais pour peu de temps, je ne tiens pas longtemps hors d’Argentine.

OB : Ah, non ?

LM: Non. J’ai eu quelques occasions de m’arranger pour vivre ailleurs, mais non.

OB : Tu n’en as pas envie.

LM : J’aime beaucoup vivre là-bas. J’aime la vie que j’y ai, mes amis. J’ai tout mon travail qui est si profondément en rapport avec la langue que quand je quitte mon pays, je me sens pauvre. Moi, en Argentine, ce que je vais dire est très arbitraire, mais n’importe où en Argentine, je me sens chez moi. Je sens que tout ce qui s’y passe, que tout ce qu’il y a là-bas m’importe et m’appartient. C’est absurde mais c’est l’idée de patrie, n’est-ce pas ?

OB : Autrement dit tu n’es pas citoyenne du monde.

LM : Pas du tout, non. Absolument pas. Et… je crois même que tout ce que je fais a pour premier spectateur et premier destinataire Salta.

OB : Oui, Salta est très présente dans ton cinéma.

LM : Oui, j’y tiens beaucoup. Non pas donner un reflet de Salta, je n’ai pas la prétention de produire le reflet d’une province extrêmement complexe, et qui, de plus, possède une diversité incroyable. Non, je n’essaie pas du tout faire le reflet de Salta. Ce serait… disons, bien prétentieux de ma part. Mais ce que je tente de faire, c’est de partager avec les gens de Salta ce que je fais. C’est ce qui compte pour moi. C’est une peu comme cela que je vois les choses : je mets dans mes films des choses à partager avec les gens de Salta pour voir ce qu’ils en pensent.

OB : Nous aussi on y a pensé, et notre opinion est bonne, on dirait, non ?

LM : Sans aucun doute. Je ne suis pas en train de dire que le reste du monde n’a pas d’importance pour moi.

OB : C’était une plaisanterie.

LM : Non, c’est que… On ne peut pas non plus croire que… je sens que je peux provoquer des changements dans le lieu qui est le mien. Mais je ne crois pas avoir la force de le faire dans le reste du monde. La première communauté pour laquelle je fais les choses est donc ma province.

OB : Comment reçoit-on ton cinéma là-bas ?

LM : Plus ou moins bien. D’un côté il y a des jeunes qui aiment bien, mais une autre partie n’aime pas. C’est plus ou moins ce qui arrive partout où on présente les films. Mais là-bas, pour moi c’est très important. Je suis très angoissée au moment de la première à Salta. C’est très important pour moi de partager, de savoir ce qu’ils ont pensé. Et ça me plaît.

OB : Bien, je crois que je vais te laisser en paix, que tu peux aller te promener un peu pour te consoler tes claviers.

LM : Mes claviers fichus.

OB : Fichus.

LM : Oui, enfin, merci beaucoup.

OB : Merci à toi, et que tout aille bien pour toi.

LM : Merci bien.

Traduction : Odile Bouchet

,

ALLOUCHE, Claire (2018). L’interior: des « espaces autres » pour un dépaysement du cinéma argentin, L'Entre-deux, 4, décembre 2018. [En ligne : https://neolatines.com/lentre-deux.com/_upload/pdf/4.1.12.ALLOUCHE.pdf].

MARTÍN MORÁN, Ana (2015). À propos de l’étrangeté. Brève approche de trois auteurs argentins : Lucrecia Martel, Lisandro Alonso et Mariano Llinás, in "Le Nouveau Cinéma Argentin", CinémAction, 156, 119-128.

Dans la même collection

Avec les mêmes intervenants et intervenantes