Entretien
Notice
Langue :
Espagnol, castillan
Crédits
Jean JIMENEZ (Réalisation), Université Toulouse II-Le Mirail SCPAM (Publication), Université Toulouse II-Le Mirail (Production), Paz Fábrega (Intervention), Odile Bouchet (Intervention)
Conditions d'utilisation
Tous droits réservés à l'Université Toulouse II-Le Mirail et aux auteurs.
DOI : 10.60527/gwyq-kq56
Citer cette ressource :
Paz Fábrega, Odile Bouchet. UT2J. (2010, 21 mars). Entretien avec Paz Fábrega (Rencontres 2010) , in Espagnol. [Vidéo]. Canal-U. https://doi.org/10.60527/gwyq-kq56. (Consultée le 15 mai 2024)

Entretien avec Paz Fábrega (Rencontres 2010)

Réalisation : 21 mars 2010 - Mise en ligne : 24 mars 2010
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Descriptif

Cinéaste costaricienne,Paz Fábrega présente son premier long métrage en compétition, qui met en scène une enfant et une jeune femme dans un décor de plage, en refusant le côté folklorique des couleurs vives des tropiques. D’autre part, elle évoque la trajectoire à suivre dans son petit pays pour faire du cinéma, et pouvoir le montrer à un public qui s’y intéresse. L’encouragement que donne le fonds centre-américain est très modeste, mais il a la vertu d’exister.

Intervention
Thème
Documentation

Odile Bouchet : Buenas tardes Paz Fábrega. Cineasta costarricense, te debemos la película Agua fría de mar. Bueno, y de eso quisiera hablar. Justamente que hablemos un poco de esa película, de tu camino para hacer cine, de esas cosas.

Paz Fábrega : Okay, bueno buenas tardes. ¿De todo sobre la película?

O.B. : De lo que quieras, sí, o sea de cómo te vino esa idea. Porque, o sea, es muy particular esa película.

P.F. : ¿De dónde vino la idea?

O.B. : Sí, por ejemplo.

P.F. : Ok. Eh, la idea de la película vino un poco de… eh, como de tratar de captar un sentimiento. Y es un sentimiento que tiene mucho que ver con… con una etapa ahí donde uno todavía es muy joven pero está empezando a ser adulto, y uno no sabe muy bien qué hacer. Y creo que tiene mucho que ver con, también con ser mujer y con una clase media un poco conservadora de mi país. Eh, que creo que la cantidad de presiones sociales, y de normas y cosas así, pueden hacer que esto genere como una parálisis, como un sentimiento de no saber qué hacer y que cuesta mucho reconocerlo como algo afuera. Uno siente que es como uno mismo que no logra, cómo, entender cómo hacer las cosas. Y fue de la idea de ese sentimiento, digamos, que… que me inventé esta… esta manera de hacer una película, digamos, que es un poquillo inusual, porque no es exactamente una historia.

O.B. : No, efectivamente no es una historia.

P.F. : Sí.

O.B. : Es más un encuentro... de personas que se pasan al lado, entre la niña y la mujer adulta.

P.F. : Es como… como un intento… yo siento que es como un ensayo sobre un estado mental, verdad. Es como que lo que me interesa es como... entender o tratar de desmenuzar como… cómo se siente eso. Y… y la idea mía era un poco a partir del personaje de esta mujer, eh… que entra en una crisis que no tiene muchas… señales externas, verdad eh, a través del personaje de la niña, dar a entender un poco del estado interno de Mariana, de la mujer. Y como el encierro, eh, el sentimiento un poco ahí como de… de aislamiento y de abandono que… que puede sentir.

O.B. :Y de desajuste también con el medio suyo, ¿no?

P.F. : Exacto, exacto.

O.B. : Y con el otro también. Porque, a mí me gustan mucho las partes de las… las vacaciones en la playa, de gente humilde, o sea gente… me gusta mucho el ambiente que hay en esas playas, en esa familia y como que la niña es muy exótica y ese personaje de la niña, habla un poco de él.

P.F. : Eh… hay… hay partes que salen un poco como de… de que me acuerdo que, que en mi infancia a veces tenía ideas como de que…, no sé, de que… de que… los adultos podían tener como un complot contra los niños. O que… cosas así, o sea, como que se me presentaba la realidad de una manera muy particular, y creo que uno como niño a veces tiene la sensación como de que no sabe exactamente lo que está pasando y esto puede, no sé, dar un poco como de miedo, como de incertidumbre. Y entonces a partir de ahí se me ocurrió la historia… el personaje de esta niña, porque justamente… perdón.

O.B. : No, no, no, no.

P.F.: Ah. Porque justamente, eh, es como una niña con ideas un poco oscuras, ¿verdad?, como que ve las cosas un poco oscuras.

O.B. : Bien negras.

P.F. : Sí. Y creo que eso puede salir un poco de esa sensación de, de niño como de que uno no sabe muy bien qué es lo que está pasando, y hay cosas que están pasando que uno no ve. Y, y fue un poco por eso.

O.B. : Sí, tiene… toma decisiones muy fuertes, ¿no?

P.F. : Sí.

O.B. : Cuando decide acusar a sus… a su familia, de cosas tremendas, que ella sabe perfectamente que son tremendas.

O.B. : bueno, algo de perversidad.

P.F.: Sí. Creo que… creo que es alguien que esta tan metido en su mundo y su manera de ver las cosas que no se da mucho cuenta de las consecuencias que tienen para los demás.

O.B. : Eso, desde luego. Es niña al fin. Pero, esa manera de querer siempre estar sola, es muy especial también. Porque ella siempre se margina de su grupo de niños.

P.F. : Sí, de los hermanos. Eso creo que es porque… porque, bueno, porque ella es como la preferida del papá. Entonces, como que se aprovecha un poco de ese lugar y…

O.B. : Sí, porque hay celos en los niños, para con el padre, pero al revés ella los tiene para con la mamá.

P.F. : Exacto, sí.

O.B. : Y… a mí me gustó mucho el final cuando la joven se, se encuentra con la familia. Tiene tanto miedo que tiene todas la visiones oscuras de la niña. Las tiene ella.

P.F. : Sí. Que además creo que son un poco como sus propias proyecciones, de Mariana digamos. Como que… la niña se pone a hablar estas cosas del, del tío, según ella un poco como… como intentando ver que reacción provoca, eh, provocando justamente, ¿verdad? Y como… sí, como jugando un poco con, con esas personas que la encuentran, y creo que un poquillo también a partir de… de que ella está enamorada de su papá. O sea que realmente, sí es como un poco… su fantasía ahí puesta. Pero Mariana proyecta sus propios miedos y sus propios… eh, sus, sus ideas de las cosas ahí. Y se le hace algo muy terrible, muy fuerte.

O.B. : Sí, pero también es incapaz de decirlo.

P.F. : Es incapaz de decirlo, sí, completamente.

O.B. : Está muy encerrada en ella misma. Ahora, para hablar un poco de… de otra cosa que solamente de… de lo que dice la película... me, me gustaría hablar un poco de la luz.

P.F. : Ajá.

O.B. : Porque las luces son bien particulares en esa película es como una especie de… de niebla, de gris, un poco.

P.F. : Ajá, ajá.

O.B. : ¿Es así, luz natural o es algo que tú buscaste?

P.F. : Eh, es la ¿es más en las cuestiones de día o de noche que siente esta…?

O.B. : Día.

P.F. : ¿En el día?

O.B. : Sí.

P.F. : Hay… eh, bueno, si queríamos como lograr un… no queríamos colores fuertes. Entonces siempre quisimos, eso, como, algo como un poquito deslavado, como… porque a veces ese sol muy fuerte como que genera unos colores que a mí me... me chocan un poco, como que queríamos una cosa… todo esto fue en parte el proceso de laboratorio que hicimos. Eh, pero también desde… desde que estábamos haciendo la película, , no sé, todos los vestuarios los lavamos muchas, muchas… todo lo compramos viejo, y encima lo lavamos muchas veces y lo desteñimos, y lo teñimos como de diferentes… como para que fueran como… como colores un poquito sucios, como mezclados, como que no hubiera nada de un color muy…

O.B. : No, no, no. No hay color fuerte, ninguno. Y siempre está como esa especie de como niebla.

P.F. : Como un velo. Ajá.

O.B. : En todo. Salvo en la casa de los… de la gente bien.

P.F. : En el hotel!

O.B. : Que allí todo es nítido. En el hotel.

P.F. : Sí, sí. Y creo que también puede ser un poco por el sol. Por la luz de ahí que es un sol como muy fuerte entonces que… que deslava un poco las cosas. Y… y luego en las escenas que sí tuvieron iluminación artificial, porque todo lo de día fue con luz natural, y las escenas que sí iluminamos, eh quisimos un poco como no trabajar… como estamos trabajando en medio de esta gente que estaba acampando y estaban… y en la noche no queríamos poner luces como demasiado grandes, como llamar demasiado la atención, trabajamos con un equipo de luces bastante pequeño. Y a mí eso me gustó porque también, ese tipo de limitaciones hace que uno piense en, bueno, en que manera puede uno iluminar eso sin crear una gran irrupción que no permita filmar las cosas como son. Entonces, muchas de las luces que usamos son luces como normales, de casa. Eh, y pocas luces así como más profesionales.

O.B. : ¿Y la… o sea, los personajes, los actúan actores profesionales o son gente que estaba allí?

P.F. : Son gente normal. No son actores profesionales. Nadie.

O.B. : ¿Ninguno?

P.F. : Ninguno. La… la chica que está embarazada, la amiga de Mariana hacia el final, ella es la única que, que sí es actriz. Pero bueno, sale muy poquito. Mariana es microbióloga y trabaja en una compañía farmacéutica, nunca había hecho nada artístico y nada así. Ni había actuado antes. Eh, el chico, el novio es estudiante de cine, tampoco actúa. Y bueno, los niños obviamente no son actores. Con la niña chiquita había hecho un corto antes. Y los papás y todos ellos son gente de un barrio. Son todos del mismo barrio.

O.B. : ¿Amigos tuyos? ¿O sea, gente que tú conoces y que sí se prestaron para hacerlo?

P.F. : Sí. Sí. Bueno, si hice como una especie de casting. Como que en ese barrio conocía a diferente gente y… porque quería que el papá de la niña fuera alguien cercano a ella. Porque a mí me daba un poquito de… como tenía que tener tanta proximidad física y mucho cariño, como que me sentía un poco rara de pedirle a una niña tan chiquita que hiciera eso con un hombre desconocido.

O.B. : Si porque ¿cuántos tiene… cuantos años tiene esa niña?

P.F. : Tenía en ese momento nueve.

O.B. : Sí, pequeña.

P.F. : Y como que sentí que… que eso podía, podía no quedar muy bien. O sea, podía ser un poco incómodo para ella, pero además podía no quedar muy bien. Era muy importante que se sintiera como en naturalidad. Entonces traté de que fueran como hombres de su familia. Entonces hice un poco un casting entre sus tíos y sus primos y vecinos y cosas así. Y al final es su tío. Y... y así fui encontrando, como que fue a partir de, de una persona, entonces bueno, después con el tío era como que bueno ¿cuál será la mamá? Alguien con quien él tenga también una relación ahí como… y tenía una vecina que es muy amiga, entonces con ella lo intentamos y… entonces sí, hice como casting, pero de gente sin experiencia.

O.B. : O sea una película como de entre casa, casi, ¿no?

P.F. : Sí.

O.B. : Y bueno, ¿el cine cómo es en Costa Rica? Porque no hay tanto cine costarricense.

P.F. : No, no hay mucho.

O.B. : Muy original. Entonces a ver, cuéntanos un poco como es.

P.F. : Eh. Bueno, hay… no hay una industria realmente de cine. La mayor parte de la gente que… que estudiaron cine o que se dedican al cine según… en realidad trabajan en publicidad. Eh… y todas las cuestiones como equipos, como técnicos, como todo eso están empleados en publicidad todo el tiempo. Se hacen películas, eh, últimamente más, últimamente han habido como una cada año, durante los últimos siete años yo creo. O sea ya va un tiempo en el que es más… más regular, y este año creo que se estrenan tres películas.

O.B. : Uh, ¡qué lujos!

P.F. : Sí. Entonces… , no sé, si hay como una cosa, como que está… se están moviendo más las cosas, está surgiendo… creo que hay como una generación, la gente que es un poquito mayor que yo, que quería hacer sus películas muy bien. Como muy en 35, grandes producciones, con actores. Hubo mucho como el… la tendencia a tener actores extranjeros, como en Costa Rica no hay muchos actores, entonces querían como con actores extranjeros, con… así. Y entonces esa generación duró mucho en armar sus películas. Son los que ahorita están llegando como a los cuarenta digamos. Y entonces ellos hasta ahora están sacando sus películas. Y por otro lado la generación que es un poquito menor que yo, los que tienen veintitantos, eh, ellos están haciendo sus películas en videos, con sus amigos, de una manera así muy… muy inmediata y muy espontánea. Entonces también están sacando adelante sus películas. Y creo que esas dos cosas se juntaron y… y significa que, películas que se venían trabajando desde hace mucho tiempo están saliendo ahorita.

O.B. : Ya.

P.F. : Sí.

O.B. : Y, y para estudiar cine, para prepararse, ¿Cómo, cómo hace uno si es costarricense? ¿A dónde tiene que ir?

P.F. : Eh. Yo, cuando yo estaba en la U no había escuela de cine. Entonces, lo que hice fue estudiar periodismo y fotografía, porque era lo que más o menos todo el mundo decía que era la mejor combinación como para llegar al cine. Y después me fui a hacer una maestría en cine a Londres. Ahorita sí hay una escuela de cine. Eh, en San José. Y, y bueno, ahí está, lo que pasa es que es un programa muy nuevo, entonces… y es una universidad privada, y creo que… que está como en una etapa como de encontrar cómo se puede tener una escuela de cine en Costa Rica, porque no es sencillo, o sea, no hay laboratorios por ejemplo.

O.B. : Ajá.

P.F. : Entonces filmar en cine es muy complicado porque los ejercicios no se pueden ver, hay que esperar mucho y todo sale muy caro, etc. Eh, por otro lado no es fácil tener profesores de cine tampoco porque no hay muchos cineastas que vivan ahí, no hay mucha gente. Entonces tiene como su… todavía la cosa no está así como muy… muy formada.

O.B. : Sí, le falta aún madurar.

P.F. : Muchísima gente se va a estudiar a Cuba. La mayor parte de la gente en Costa Rica que hace cine se formó en Cuba. Sí.

O.B. : Sí, está cerca y la escuela es buena.

P.F. : Exacto, sí, sí.

O.B. : Aparte es una escuela muy acogedora para gente de todas partes, ¿no?

P.F. : Sí, sí.

O.B. : ¿Tú estudiaste allí?

P.F. : No. No estudié ahí. Pero muchísima gente... sí, estudió en San Antonio de los Baños.

O.B. : ¿Y en Costa Rica se ve cine costarricense?

P.F. : Mira, eh, hay como mucho… mucha insatisfacción con eso porque las películas no logran recuperar en Costa Rica. A mí personalmente me parece como muy loco pensar que se pueda recuperar en un país como de cuatro millones de habitantes y con muy pocas salas de cine. O sea como que no es cuestión de que la gente no vaya al cine, sino que es un país pequeño con poca gente, ciudades pequeñas, no muchas salas. Entonces, eh, como para tener una idea, digamos, una película comercial la pueden ir a ver cien mil personas. Y una película como de arte, difícil, así más intelectual, digamos, la pueden ir a ver ocho mil personas. A mí me parece honestamente que no está mal. O sea, a mí me parece que es un público… considerando el… digamos, que es un público que solamente ve películas de Hollywood, o sea que los distribuidores en Costa Rica solamente traen las películas de Hollywood, pero además las más malas de Hollywood y que eso es lo único que la gente tiene acceso, que cuando sale una película costarricense, con un lenguaje diferente, con una propuesta un poco difícil de entender, etc. y que vayan ocho mil personas a las salas…

O.B. : No está mal.

P.F. : A mí me parece que…

O.B. : No está tan mal.

P.F. : Está muy bien. Que hay… yo sí, creo que hay como un, un potencial digamos de un público que sea… que vea su propio cine, y que… y que… y que se pueda hacer un cine para, para el país. Que se pueda recuperar comercialmente eso es otra cosa, que creo que en un país de cuatro millones de personas, pues no es culpa de la gente, es nada más que… no son condiciones en las cuales se pueda hacer un cine solamente para un mercado interno, en ningún país.

O.B. : Eso está claro.

P.F. : ¿Verdad? Pero sí creo que hay un público que está como abierto a ver el cine de ahí, y que… que sí va a las salas. Sí.

O.B. : Sí, y se interesa, eso está bien.

P.F. : Sí.

O.B. : ¿Y tienen sus críticas de cine también, todo eso?

P.F. : Hay un poquito de crítica de cine pero no mucha. Muy poquita. Y son como… como siempre los mismos y como que ahí yo siento que hay un poquillo de…

O.B. : Sí porque, o sea, Centroamérica tiene, o sea, tiene su grupo de gente activa, pero efectivamente su… María Lourdes…

P.F. : María Lourdes Cortés, sí.

O.B. : Cortés. Nos escribió artículos en una revista.

P.F. : ¿Ah, sí?

O.B. : Sí.

P.F. : La, la acabo de ver hace poquito en… en Guadalajara.

O.B. : Sí. Bueno, ella es muy activa.

P.F. : Sí, si. yo…

O.B. : Trata mucho de promover.

P.F. : Creo que la iniciativa, la iniciativa de ella con Cinergia ha sido de las cosas más importantes que… que han pasado en Centroamérica para el cine. Que hace… lleva siete años de existir y es el único fondo que hay en Centroamérica.

O.B. : Sí.

P.F. : Para el cine. Y es muy raro, porque es un fondo muy pequeñito, o sea, es un fondo para siete países y que otorga ciento treinta mil dólares al año.

O.B. : Bien.

P.F. : Para siete países.

O.B. : Está bastante bien.

P.F. : Pero es muy poquito… o sea, para hacer cine es súper poquito.

O.B. : Ya sé, pero...

P.F. : Pero lo que es increíble es el... el cambio que ha traído eso al existir un fondo. O sea que no importa que fuera un fondo aún más pequeño

O.B. : Así, pequeño.

P.F. : Porque el, el asunto es que haya un fondo al cual aplicar, que exista una posibilidad de que los proyectos se lleven a cabo. Siento que hace que la gente como que se tome más en serio los proyectos.

O.B. : Abre las puertas

P.F. : Entonces a veces , no se puede conseguir el fondo, o el fondo no es suficiente para hacer la película, pero hace que la gente crea más en su idea y la…

O.B. : Es un arranque, está bien. Bueno, pues muchas gracias.

P.F. : Muchas gracias.

O.B. : Y bueno, que la pases muy bien aquí.

P.F. : Gracias, gracias.

Transcription : Soledad Carreño, Anna Clarac, Marianne Matly

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Odile Bouchet : Bonjour Paz Fábrega. Tu es une réalisatrice costaricienne, et nous te devons le film Agua fría de mar. Nous allons parler de ce film, de ton parcours pour en arriver au cinéma, de ces choses-là.

Paz Fábrega : D’accord. Bonjour. On va parler de tout sur le film ?

O.B. : Oui, de ce que tu veux, de comment t’est venue cette idée, en effet, c’est un film très particulier.

P.F. : D’où est venue cette idée ?

O.B. : Oui, par exemple.

P.F. : D’accord. L’idée du film m’est venue en essayant de capturer un sentiment. Il s’agit d’un sentiment qui a beaucoup à voir avec une étape de la vie où on est encore jeune, mais où on commence à devenir adulte et on ne sait pas vraiment quoi faire. Je crois que ce sentiment a également beaucoup à voir avec le fait d’être une femme, mais aussi de venir d’une classe moyenne un peu conservatrice du Costa Rica. Je pense que les pressions sociales, les normes et autres peuvent entraîner une sorte de paralysie, comme un sentiment de ne pas savoir quoi faire. C’est très difficile de le reconnaître comme quelque chose d’extérieur. On a l’impression que l’on est incapable de comprendre comment faire les choses. Et c’est à partir de ce sentiment que j’ai inventé cette façon de faire le film qui est un peu inhabituel, car il ne s’agit pas tout à fait d’une histoire.

O.B. : Ce n’est effectivement pas une histoire.

P.F. : Oui.

O.B. : Il s’agit plus d’une rencontre de personnes qui se croisent, d’une rencontre entre la petite fille et la femme adulte.

P.F. : Pour moi c’est une sorte de réflexion sur un état d’esprit. Ce qui m’intéresse c’est de comprendre ou d’essayer de décortiquer comment on ressent cet état. Mon idée est née à partir du personnage de cette femme qui entre dans une crise qui a très peu de signes externes, pas vrai ? À travers le personnage de la petite fille, on essaie de comprendre un peu le sentiment intérieur de Mariana, de la femme. Elle ressent une sorte d’enfermement, d’isolement et d’abandon.

O.B. : Et un problème de déphasage avec son milieu, non ?

P.F. : Oui, voilà.

O.B. : Avec l’autre aussi. J’aime beaucoup les moments de vacances à la plage, avec des gens humbles. J’aime l’ambiance de ces plages, dans cette famille. La petite fille y est très exotique. Parlez-moi un peu du personnage de la fille.

P.F. : Certaines parties viennent de mes souvenirs d’enfance. Quand j’étais petite, je pensais que les adultes complotaient contre les enfants. Je me représentais la réalité d’une façon très particulière. Je crois que quand on est enfant, on a parfois l’impression de ne pas savoir ce qu’il se passe, et ceci peut créer un sentiment de peur, d’incertitude. C’est à partir de cette idée que m’est venue l’histoire… le personnage de cette petite fille. C’est une enfant aux idées quelque peu obscures, elle voit les choses de façon obscure.

O.B. : Vraiment noire.

P.F. : Oui. Je pense que cela vient de cette sensation qu’ont les enfants de ne pas très bien savoir ce qu’il se passe ; et il y a des choses qui se passent qu’on ne voit pas. Et c’est un peu pour ça.

O.B. : Oui, elle prend des décisions très graves, non ?

P.F. : Oui.

O.B. : Par exemple quand elle décide d’accuser sa famille de choses horribles, et elle sait très bien qu’elles sont horribles.

O.B. : J’étais en train de parler ce cette enfant qui a un côté pervers.

P.F. : Oui, je crois que c’est une personne qui est si enfermée dans son monde et dans sa façon de voir les choses qu’elle ne se rend pas vraiment compte des conséquences que cela a pour les autres.

O.B. : Tout à fait. C’est une fillette. Mais cette façon de toujours vouloir rester seule est très particulière. Elle se met toujours à l’écart de son groupe d’enfants.

P.F. : Oui, de ses frères. Je pense qu’elle fait ça, car pour elle, elle est la préférée de son papa, et elle profite de cette situation.

O.B. : C’est vrai que les garçons sont jaloux de sa relation avec le père, mais à l’inverse, elle est jalouse de leur relation avec la mère.

P.F. : Tout à fait.

O.B. : J’ai beaucoup aimé la fin, quand la jeune fille retrouve sa famille. Elle est si effrayée qu’elle a toutes les visions obscures de la petite.

P.F. : Oui. Je pense que ce sont les propres projections de Mariana. La petite fille se met à parler de son oncle pour voir quelles réactions cela provoque, en faisant de la provocation, justement, pas vrai ? C’est comme si elle jouait avec les personnes qu’elle rencontre ; je crois aussi qu’elle le fait parce qu’elle est amoureuse de son papa. En effet, c’est un peu son fantasme. Mais Mariana projette ses propres peurs et idées sur les choses, ce qui devient tout à fait terrible pour elle, très dur.

O.B. : Oui, mais elle est aussi incapable de le dire.

P.F. : Oui, elle est incapable de le dire, c’est tout à fait ça.

O.B. : Elle est très renfermée sur elle-même. Pour parler d’autre chose que de ce que raconte le film, je souhaiterais maintenant parler de la lumière.

P.F. : Oui.

O.B. : La lumière est en effet très spéciale dans ce film, on dirait une sorte de brouillard, c’est plutôt gris.

P.F. : Oui.

O.B. : C’était la lumière naturelle ou un effet recherché ?

P.F. : Tu veux dire de jour ou de nuit ?

O.B. : De jour.

P.F. : De jour ?

O.B. : Oui.

P.F. : Nous voulions parvenir à… On ne voulait pas de couleurs vives. C’était donc un effet voulu, nous voulions quelque chose de délavé, parce que quand il y a beaucoup de soleil, il crée des couleurs qui me gênent un peu. Tout ceci faisait partie du travail de laboratoire que nous avons fait. Mais depuis le début du tournage nous avons lavé plusieurs fois les costumes. C’était des habits achetés d’occasion que nous lavions beaucoup pour les déteindre, et nous les reteignions d’autres couleurs pour créer un effet de couleur un peu sale, mélangée comme si rien n’avait de vraie couleur....

O.B. : Il n’y a vraiment aucune couleur vive et cette sorte de brouillard est toujours présent.

P.F. : Oui, comme un voile.

O.B. : Partout, excepté dans la maison des gens bien.

P.F. : Dans l’hôtel.

O.B. : Tout est net, dans l’hôtel.

P.F. : Oui, je crois que c’est dû à la lumière, là-bas, le soleil est très fort et du coup il délave un peu les choses. Tout ce qui a été filmé de jour a été fait à la lumière naturelle ; les scènes pour lesquelles on a eu recours à un éclairage artificiel, nous ne voulions pas trop les travailler… Comme nous étions au milieu de ces gens qui campaient nous ne voulions pas utiliser de lumières trop fortes la nuit pour ne pas attirer l’attention, nous travaillions alors avec peu d’équipement de lumière. C’est ce qui m’a plu, parce que ce genre de limites nous fait réfléchir sur la façon d’éclairer la scène sans créer de grandes irruptions qui ne permettent pas de filmer les choses telles qu’elles sont. Par conséquent, la plupart des lumières que nous avons utilisées étaient des lumières normales, des lumières qu’on trouve à la maison. Nous n’avons utilisé que très peu de lumières un peu plus professionnelles.

O.B. : Les personnages étaient joués par des acteurs professionnels ou des gens qui étaient là ?

P.F. : Ce sont des gens ordinaires, pas des acteurs professionnels.

O.B. : Aucun ?

P.F. : Aucun. La fille enceinte, l’amie de Mariana qu’on voit vers la fin est la seule qui est vraiment actrice. Mais elle n’apparaît que très peu à l’écran, Mariana est microbiologiste, elle travaille dans une compagnie pharmaceutique. Elle n’a jamais rien fait d’artistique, jamais elle n’avait joué dans un film. Le garçon, son petit ami, il est étudiant en cinéma, mais lui non plus n’est pas acteur. Et bien sûr, les enfants non plus ne sont pas des acteurs. La petite fille avait fait un court-métrage avec moi. Les parents et tous les autres sont des gens du quartier. Ils sont tous du même quartier.

O.B. : Des amis à toi ? Des connaissances qui ont bien voulu le faire ?

P.F. : Oui. J’ai fait une sorte de petit casting. Dans le quartier je connaissais pas mal de personnes. Je voulais que le père de la petite fille soit quelqu’un de proche d’elle, étant donné la proximité et la complicité des deux. Je ne voulais pas demander à la fillette qu’elle fasse cela avec une personne qui lui serait totalement étrangère.

O.B. : Quel âge avait l’enfant ?

P.F. : Elle avait neuf ans à ce moment-là.

O.B. : Ah oui, elle était petite.

P.F. : Je sentais que ça pouvait ne pas rendre très bien. La situation aurait pu être inconfortable pour elle et en plus, cela n’aurait pas donné un très bon résultat. Il fallait absolument qu’elle se sente à l’aise. J’ai donc cherché des hommes de son entourage, ses oncles, ses cousins, ses voisins parmi lesquels j’ai fait mon casting. Finalement, j’ai choisi son oncle pour le rôle. Ainsi, de fil en aiguille j’ai trouvé tous les acteurs. On a cherché quelqu’un qui soit proche de l’oncle pour jouer sa femme. On a choisi une voisine avec qui il s’entendait très bien. J’ai ainsi réalisé mon casting, avec des gens ordinaires, sans expérience.

O.B. : Un film familier en quelque sorte, non ?

P.F. : Oui.

O.B. : Comment est le cinéma au Costa Rica ? Il n’y a pas beaucoup de films costariciens.

P.F. : C’est vrai qu’il y en a peu.

O.B. : C’est très original. Raconte-nous un peu comment c’est là-bas.

P.F. : Il n’y a pas vraiment d’industrie cinématographique. La plupart des personnes qui ont fait des études dans le domaine du cinéma, qui se consacrent au cinéma… en réalité, travaillent tous dans la publicité… Les équipes de tournage, les techniciens ont leur emploi permanent dans la publicité. Mais on fait de plus en plus de films. Il me semble qu’il en sort environ un par an depuis les sept dernières années, ça devient un peu plus régulier. Cette année, trois nouveaux films verront le jour, je crois.

O.B. : Quel luxe !

P.F. : Oui. Je ne sais pas, il semble que… les choses commencent à bouger et on voit paraître… La génération au-dessus la mienne voulait faire des films dans les règles de l’art : en 35mm, de grandes productions avec des acteurs. Il y a eu une grande tendance à choisir des acteurs étrangers étant donné qu’au Costa Rica il n’y en a pas vraiment beaucoup... Ils préféraient donc des étrangers. Les gens de cette génération ont donc mis beaucoup de temps à réaliser leurs films. Ils doivent avoir environ la quarantaine aujourd’hui, disons. Ce qui fait que leurs films ne sortent que maintenant. D’un autre côté, il y a les jeunes qui ont la vingtaine et qui font des vidéos avec leurs amis, d’une façon très spontanée, très immédiate. Le mélange de ces deux se produit en ce moment… et sort des films qu’ils travaillaient depuis longtemps et qui sont en ce moment dans les salles.

O.B. : Comment fait-on pour faire des études de cinéma au Costa Rica ? On doit aller où ?

P.F. : Quand j'étais à la fac, il n'y avait pas d'école de cinéma. Alors, j'ai fait des études de journalisme et de photographie parce que tout le monde disait que c'était le meilleur moyen pour faire du cinéma. Puis, j'ai fait une maîtrise de cinéma à Londres. Aujourd'hui, il existe une école de cinéma à San José. Et bien, elle y est ! Le problème c'est que la filière est trop récente, alors… dans une université privée, je crois qu'ils sont dans une phase d'essai pour trouver le moyen d’avoir une vraie école de cinéma au Costa Rica parce que ce n'est pas facile. Il n'y a pas de laboratoires, par exemple.

O.B. : Je vois.

P.F. : Du coup, filmer en format cinéma c’est très compliqué. Par exemple, on ne peut pas voir ses exercices, il faut beaucoup attendre pour les voir et c'est très cher. D'autre part, ce n'est pas facile d'avoir des professeurs de cinéma car peu de réalisateurs vivent au Costa Rica. On manque de personnel compétent. Alors, c'est encore en phase de création.

O.B. : Oui, il faut que cela mûrisse.

P.F. : Beaucoup de personnes vont faire leurs études à Cuba. La plupart des réalisateurs costariciens se sont formés là-bas.

O.B. : C’est normal, l'école y est réputée et c'est tout près de chez vous.

P.F. : Exact.

O.B. : En plus, c'est une école très accueillante avec des gens de partout.

P.F. : En effet.

O.B. : Tu es passée par là ?

P.F. : Non, je n’y ai pas fait mes études, mais beaucoup de gens ont étudié à San Antonio de los Baños.

O.B. : Et au Costa Rica, on va voir du cinéma costaricien ?

P.F. : Ecoute, il y a une espèce de… une grande insatisfaction à ce sujet parce que les films ne parviennent pas à couvrir les frais au Costa Rica. Personnellement, je trouve complètement fou de penser qu’il est possible de couvrir les frais dans un pays de quatre millions d'habitants qui n'a que très peu de salles de cinéma. Ce n'est pas que les gens ne vont pas au cinéma, c'est que c'est un petit pays, peu peuplé, où les villes sont petites et il n'y a pas assez de salles. Pour te donner une idée, un film commercial est vu par environ cent mille personnes et un film d'art et d'essai, difficile, plutôt « intello », disons, est vu par environ huit mille personnes. Franchement, je trouve que c'est pas mal du tout… si on considère qu'on parle d'un public qui ne voit que des films hollywoodiens. En effet, les distributeurs ne rapportent que des films hollywoodiens, et les pires en plus, c’est tout ce à quoi les gens ont accès. Quand sort un film costaricien avec un langage différent, avec une problématique complexe, etc. et qu’il y a huit mille personnes dans la salle…

O.B. : Ce n’est pas trop mal.

P.F. : Moi, ça me paraît être…

O.B. : Ce n’est pas si mal que ça.

P.F. : C’est même très bien. Il y a… je crois qu’il y a un public potentiel, disons, disposé à voir un cinéma qui lui soit propre et que… qu'on peut faire du cinéma pour le pays. Mais couvrir les frais, c’est une autre histoire. Je pense que dans un pays de 4 millions d'habitants, ce n'est pas la faute des gens, c'est juste que… ce ne sont pas des conditions dans lesquelles on peut faire du cinéma seulement pour le marché interne, dans aucun pays.

O.B. : Évidemment.

P.F. : N'est-ce pas ? Mais je crois quand même qu'il y a un public ouvert au cinéma local… et qui va voir les films.

O.B. : Un public qui s’intéresse, ça c’est bien.

P.F. : Oui.

O.B. : Et vous avez vos critiques de cinéma aussi ?

P.F. : Oui, il y en a, mais pas beaucoup, très peu en fait. Et ce sont toujours les mêmes. Là, j'ai l'impression qu'il y a un peu de...

O.B. : Parce qu'effectivement, en Amérique centrale il y a un groupe des gens très engagés. María Lourdes Cortés, par exemple.

P.F. : María Lourdes Cortés, effectivement.

O.B. : Elle a écrit des articles pour notre revue.

P.F. : Ah, bon ?

O.B. : Oui.

P.F. : Je viens de la voir à Guadalajara.

O.B. : Elle est très active…

P.F. : Oui.

O.B. : …dans ses efforts de promotion.

P.F. : Je crois que son initiative Cinergia est l'une des plus importantes pour le cinéma d’Amérique centrale. Cela fait sept ans que ce fonds existe et c'est le seul fonds en Amérique Centrale.

O.B. : Oui.

P.F. : Pour le cinéma. C’est très étrange car c'est un fonds tout petit. Je veux dire, un fonds pour sept pays et il octroie 130 mille dollars par an.

O.B. : C’est bien.

P.F. : Pour sept pays.

O.B. : C’est plutôt bien.

P.F. : C’est très peu… Pour faire du cinéma c'est très peu.

O.B. : Je sais, mais…

P.F. : Mais ce qui est incroyable ce sont les changements que l’existence de ce fonds a apportés. Même si c’était un fonds encore plus petit.

O.B. : Tout petit.

P.F. : L’important c’est qu’il y ait un fonds auquel on puisse postuler, qu’il existe une possibilité pour mener les projets à bien. Je crois que grâce à ce fonds, les gens prennent plus au sérieux leurs projets.

O.B. : Ça ouvre des portes.

P.F. : Parfois on ne l'obtient pas ou le financement n'est pas suffisant pour faire le film mais les gens croient davantage à leur idée…

O.B. : C'est le coup d'envoi. Bon, merci beaucoup.

P.F. : Merci à vous.

O.B. : Et bon séjour ici.

P.F. : Merci, merci.

Traduction : Soledad Carreño, Anna Clarac, Marianne Matly

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